Cuando nos encontramos en plena cumbre sobre el Cambio Climático en Madrid, resurge con un mayor auge la idea nacida en Alemania en los años 80 y que a pasos agigantados está cobrando fuerza en todo el mundo, el sistema de construcción passivhaus o edificios de muy bajo consumo energético, que combinan un alto grado de confort interior con un consumo prácticamente nulo, es decir una casa ecológica, que se climatiza prácticamente ella sola, sin ruidos ni contaminación. En nuestro país se ha concedido el primer certificado passivhaus a un establecimiento de uso hotelero, un pequeño hotel situado en Finisterre (A Coruña) que aprovecha la energía solar como fuente de calefacción en época de invierno.