Cómo disfrutar de un buen queso

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Si eres un amante del queso tienes que leer este artículo porque te vamos a explicar cómo disfrutar de un buen queso. Primero te vamos a indicar la manera adecuada de cortar el queso, los mejores maridajes y después te vamos a explicar cómo se debe guardar el queso en función de su tipología para poder degustar la textura y el sabor de la pieza durante más tiempo.

Cómo cortar queso

Una vez hayas comprado el queso que estás deseando degustar tendrás que abrirlo y cortarlo. Pero al igual que ocurre con el modo de conservación la forma de cortar el queso varía considerablemente en función del tipo. Así que te vamos a explicar cómo cortar los principales tipos de queso.

  • Queso en cuña

Los quesos redondos, tanto duros como semiduros, se deben cortar en cuñas o triángulos iguales. Así, primero se cortan en cuatro partes por la mitad. Una vez estén las cuñas hay que proceder a cortar el queso para degustarlo.

Se pueden utilizar diferentes tipos de cuchillos como el de doble mango, pero puede ser suficiente con uno cebollero.

El primer paso para cortar las cuñas es eliminar las cortezas laterales. Después se puede proceder a cortar los triángulos del queso de arriba a abajo. Si no sabes cómo proceder te recomendamos ver este vídeo elaborado por un canal de camareros profesionales en el que explican la técnica de manera sencilla.

  • Quesos cilíndricos

En el caso de los quesos cilíndricos como el rulo de cabra se debe cortar el queso en rodajas. En este caso es bastante sencillo, aunque puede ser complicado conseguir rodajas iguales si el queso es muy blando.

  • Quesos cuadrados

Y el último tipo de queso que vamos a explicar cómo cortar es el queso cuadrado, como es el caso del Emmental. Así, este tipo de quesos se recomienda cortarlos en lonchas rectangulares o hacer los cortes un poco más gruesos para después volver a cortar haciendo pequeños cuadrados.

Los mejores maridajes o acompañamientos

Para disfrutar de un buen queso no hace falta más, aunque siempre se agradece contar con un poco de pan. Pero hay otros alimentos interesantes para acompañar en una degustación de quesos.

Los alimentos habituales para acompañar quesos son las uvas, nueces, higos y membrillo.

Las frutas frescas como las uvas suelen combinar con todo tipo de quesos porque aportan ligereza en el paladar, las nueces se recomiendan para quesos fuertes, los higos aportan un toque dulce, mientras que el membrillo tiene una gran fuerza de dulzor.

Respecto al vino depende del tipo de queso que se va a tomar, pero existe una infinidad de posibilidades. Pero los maridajes más comunes son los siguientes. Los vinos dulces se recomiendan para quesos azules, mientras que el vino tinto para quesos de corteza lavada, y quesos blancos de corteza enmohecida. Y por último, los vinos blancos suelen combinar bien con todo tipo de quesos pero especialmente combinan bien con quesos lácticos, quesos curados o semicurados.

Cómo conservar queso

Si quieres disfrutar del sabor y la textura del queso una vez abierto debes conservarlo de la manera adecuada, que varía en función del tipo de queso. Por ello, a continuación te vamos a explicar cómo se debe guardar el queso en función de su tipología.

  • Quesos de pasta blanda

Los quesos de plasta blanda como puede ser el queso fresco o tierno se recomienda guardarlos a una temperatura baja, en torno a los 4 y 8 grados. Así, se deben guardar en la nevera y poner mejor en la parte alta del electrodoméstico porque es la parte más fría.

Para conservar mejor el queso fresco hay un truco casero muy efectivo, que consiste en poner un trozo de papel de cocina en la base del recipiente a guardar para que absorba todos los líquidos que desprende. Pero hay que tener cuidado y cambiar el papel todos los días.

Mientras que muchos expertos recomiendan guardar el queso tierno en la nevera envuelto en papel de horno porque permite al queso respirar sin que se seque.

  • Quesos duros o curados

Mientras que la conservación de los quesos duros varía levemente. “El queso manchego curado o semicuradoes recomendable almacenarlos a una temperatura de 8 a 12 grados. Lo mejor en este caso es guardar el queso en la parte baja de la nevera o en los cajones, porque suele ser la zona menos fría del electrodoméstico”, explican desde Adiano, queso con Denominación de Origen Manchego Artesano.

Pero el queso no se debe guardar de cualquier manera en la nevera. Se recomienda poner el queso en un plato y envolverlo por completo con un trapo limpio de algodón ligeramente humedecido. De esta forma, el trapo absorberá la humedad y podrás disfrutar del queso durante más tiempo.

 

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