El hormigón armado es uno de los materiales más nobles de la arquitectura tradicional y uno de los más utilizados para la construcción de viviendas. Estas lucen dicho material en pisos, paredes y techos, jactándose de su alta durabilidad y bajo mantenimiento.
Apoyadas sobre pilotes, las mismas se realizan con una estructura de hormigón armado, completado con aberturas de aluminio y tabiques de material en seco, tanto exterior como interior, con su correspondiente aislación térmica y acústica. Lo mejor es que el sistema constructivo tiene bajo costo de mantenimiento, asegurando su valor en el tiempo, gracias a un escaso deterioro por acción de la intemperie.
Así, el hormigón es el segundo material más utilizado en la tierra, aunque cabe acotar que también es el segundo mayor emisor de CO2, contribuyendo con alrededor del 5 al 7% de las emisiones anuales.
De esta forma, la continua popularidad del hormigón como material de elección en la industria del diseño y la construcción, junto con la creciente inquietud de las consecuencias medioambientales, lo ha puesto en el centro de atención de la innovación y la experimentación.
Acompáñanos a conocer las bondades de este material y lo que se verá a futuro de él, de la mano de nuestros amigos de Eiros, especialistas en prefabricados de hormigón.
Proceso de construcción
La estructura de hormigón es rápida y sistematizada, contando que se construye en un mes: se coordina el trabajo de electricidad, instalaciones sanitarias, cerámicas, carpintería de madera y carpintería de aluminio, pintura, revestimientos plásticos y aislaciones térmicas, entre otras, para realizar las terminaciones a gusto del propietario. Finalmente, la obra suele quedar totalmente finalizada a los 120/150 días a partir del llenado de los pilotines.
Funcionalidad y estética del diseño moderno
El hormigón posee un lenguaje morfológico de líneas rectas, despojado de ornamentos, donde se pueden visualizar los materiales en su estado más neutro y natural. Su diseño conjuga el interior y el exterior como un todo para el disfrute del paisaje. La monocromía del material y la simpleza de las formas arquitectónicas se unen para dar el papel principal al paisaje, la naturaleza y su color.
Además, el diseño respeta la vegetación y el territorio, al poder elevarla sobre pilotes que evitan las tareas de movimiento de suelo.
Nivel de seguridad del hormigón
Las viviendas que se construyen en su totalidad con hormigón armado se alzan sobre el material más resistente y duradero que existe en la construcción tradicional, por lo que cuentan con la garantía y confiabilidad de una construcción segura.
Costes del hormigón
Este tipo de viviendas, al estar construidas sobre pilotines de hormigón, logran ahorrar los altos costos de nivelación del suelo. Además que como no necesita ningún tipo de mantenimiento, el material permanece intacto con el paso del tiempo, evitando que haya que hacer reformas o cambios en poco tiempo.
El hormigón para el futuro
El hormigón ha sido un material de elección para arquitectos y constructores durante miles de años. De hecho, el primer uso conocido data de Siria y Jordania en 6000 a. C.
Su bajo costo, versatilidad, aplicación rápida y gran familiaridad para los involucrados en su uso son algunas de las características que han convertido a este material en uno de los más utilizados en el mundo de la construcción. Esto hasta el punto de que se vierten aproximadamente 22 mil millones de toneladas de concreto cada año. De hecho, según un estudio reciente de la BBC, la producción de cemento se ha multiplicado por treinta desde 1950 y cuadriplicado desde 1990, impulsada en parte por la construcción de posguerra en Europa y el auge de la construcción en Asia desde la década de 1990 en adelante, y se pronostica que podría aumentar en un 25% para el 2030.
Sin embargo, el problema viene en términos de ecología, ya que el concreto más bien ha contribuido al empeoramiento del cambio climático, con algunos que le consideran incluso uno de los principales villanos. De hecho, según algunos expertos: “si la industria del cemento fuera un país, sería el tercer emisor más grande del mundo, detrás de China y los Estados Unidos. Aporta más CO2 que el combustible de aviación (2.5%), y no está muy lejos del negocio agrícola global (12%) ”.
Por su parte, en la Conferencia sobre Cambio Climático COP24 de la ONU 2018 en Polonia, se destacó que para cumplir con los requisitos de la Acuerdo Climático de París 2015, las emisiones anuales de cemento más bien deben caer un 16% para el 2030.
Así que en vista de este reto, los arquitectos e investigadores han comenzado a diseñar una gran cantidad de alternativas sobre cómo evolucionar el concreto para un proceso de construcción más ecológico. Según nos cuenta Sergio Nisticò, diseñador de interiores, muchas de estas se centran en la reducción de cemento en mezclas de concreto, un nuevo método para fabricar cemento al tiempo que se elimina las emisiones de CO2, por medio del uso de un método electroquímico que captura CO2 antes de su liberación.
Por otro lado, un equipo de investigadores de la Universidad de Lancaster en el Reino Unido reveló un enfoque novedoso del uso de nanoplaquetas extraídas de zanahorias y tubérculos para mejorar las mezclas de concreto. Mientras que otra tendencia es la del «concreto bioreceptivo», desarrollada por la Dra. Sandra Manso-Blanco, un recubrimiento de concreto donde es posible estimular el crecimiento de musgo y líquenes que pueden absorber CO2 en grandes cantidades.
También está el GFRC (hormigón reforzado con fibra de vidrio), una mezcla alternativa que ya está entrando en la arquitectura convencional y que consiste en un mortero hecho de concreto, arena, fibra de vidrio con resistencia alcalina y al agua. Por ejemplo, este material lo podemos ver ya en el revestimiento del Centro Heydar Aliyev por Zaha Hadid Architects, y también se usa para implementar las formas complejas de la Iglesia de la Sagrada Familia de Gaudí.
Esta misma firma ha presentado otras alternativas muy innovadoras, como una concha tejida en 3D en el Museo Universitario Arte Contemporáneo en la Ciudad de México, la cual buscaba reinventar ingeniosas estructuras de armazón de hormigón a través de una innovadora tecnología de encofrado KnitCrete. Así, con un tiempo de tejido de 36 horas, el sistema de encofrado de red y tela permite construir superficies de hormigón expresivas y de forma libre sin necesidad de moldes.
Participando activamente en el desarrollo de nuevas tecnologías en asociación con la oficina de Zaha Hadid, ETH Zurich es hoy una de las instituciones líderes en el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con el concreto. Por ejemplo, con la intención de maximizar el espacio disponible y evitar los altos costos de construcción, han ideado una losa de piso de concreto que tiene un grosor de solo 2 cm, pero que igualmente sigue soportando carga, sin dejar de ser sostenible. A diferencia de los pisos de concreto tradicionales que son evidentemente planos, estas losas están diseñadas para arquearse con el fin de soportar grandes cargas, que recuerdan los techos abovedados que se encuentran en las catedrales góticas. Sin la necesidad de refuerzo de acero y con menos concreto, la producción de CO2 se minimiza y los pisos de 2 cm resultantes son 70% más livianos que sus contrapartes típicas de concreto.
Más recientemente, también se ha utilizado la tecnología para crear hormigón impreso en 3D. De esta forma, la instalación de “Concrete Choreography” en Riom, Suiza presentó la primera etapa de hormigón impreso robóticamente en 3D, que consta de columnas fabricadas sin encofrado.
Esta instalación presenta nueve columnas de 2.7 metros de alto, diseñadas individualmente con un software personalizado y fabricadas con un nuevo proceso robótico de impresión 3D. Las estructuras huecas de hormigón reducen el uso de materiales, lo que permite un enfoque más sostenible de la arquitectura. Además, la forma diseñada computacionalmente y la textura de la superficie ejemplifican la versatilidad y el potencial estético significativo que tiene la impresión de concreto en 3D cuando se usa en estructuras a gran escala.
Para concluir, nos ha quedado más que claro que existen numerosos futuros potenciales para que el concreto continúe como un material de elección en la industria del diseño y la construcción. Este merece todos los esfuerzos debido a sus múltiples ventajas en el campo de la construcción. Además que es un material de tradición que ha moldeado nuestras ciudades durante siglos, y facilitado rápidas expansiones y construcciones en altura.
Por eso, ahora que es el momento de considerar cómo este material puede continuar apoyando la innovación y la expansión de nuestras ciudades, los arquitectos han aceptado el desafío de investigar estas soluciones innovadoras, que tengan el potencial de cambiar la forma en que usamos o no el concreto, de forma que podamos seguir aprovechando el material sin comprometer la salud de nuestro medio ambiente y que además, logren ser aceptadas en una industria tradicionalmente conservadora. Esto principalmente porque de no hacerse, el impacto ambiental del hormigón tal como está constituido actualmente traerá como consecuencia que el material sea superado por sus competidores más sostenibles.