Encuentra tu casa ideal con estos 8 simples pasos

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Ha llegado el momento de cambiar el domicilio de tu “hogar dulce hogar” y por supuesto, quieres encontrar la perfección hecha cuatro paredes; no pagarás por menos.

Así que sales al mercado cargado de ilusiones solo para encontrarte con un mar de opciones, agencias, requisitos y trámites.

Aquí, la única forma de no ser arrastrado por la corriente del mundo de la inmobiliaria es tener muy claro que estás buscando y aún más importante, lo que puedes pagar. Además, siempre es bueno tener en cuenta los diferentes factores que nos pueden llevar hacia un lado u otro del camino.

Al tener la mayor información posible sobre la situación en la que nos encontramos y las diferentes alternativas que podemos adoptar, se reducirá la incertidumbre a la hora de tomar nuestra decisión sobre la vivienda ideal.

Por esto, a la hora de buscar vivienda, los futuros propietarios suelen tener claro tres factores principales: ubicación, número de habitaciones/baños y precio. Sin embargo, también influyen otros aspectos como por ejemplo, si se va a solicitar un préstamo hipotecario. Aquí, una lista de ocho simples pasos que te llevarán directo a la puerta de tu vivienda ideal:

1. Haz una lista con tus deseos y necesidades

Antes de empezar a buscar, piensa qué requisitos debe cumplir la casa y apúntalos. De esta manera, podrás descartar muchas de las viviendas que veas en un principio.

Aquí deberás sincerarte y, de acuerdo a tu presupuesto, incluir como prioridad todo aquello que de verdad sea imprescindible. Debes diferenciar entre lo que de verdad es necesario y aquellas cosas que representan un lujo para tu bolsillo. Así, tus esfuerzos y la toma de decisiones irán enfocados hacia lo que de verdad necesitas; aunque nunca descartes conseguir es lugar que también te regalará tus exigencias particulares al precio justo.

2. Calcula tu presupuesto

Este será el momento de contestar a estas tres preguntas: ¿Cuánto dinero tengo?, ¿qué cantidad me prestará el banco? y ¿cuánto me puedo gastar? Respondiendo a ellas podrás saber de qué dinero dispones y qué presupuesto tienes, lo que hará que puedas eliminar una gran cantidad de opciones.

Aquí deberás tomar en cuenta el valor del piso, sumar los gastos mensuales que este conllevará y muy importante, la fianza que te pidan por el inmueble. También, hemos de considerar si podemos asumir las futuras inversiones que necesitaremos realizar tras la compra. Y no solo los gastos inminentes, sino también los que realizaremos a lo largo de la vida útil de la vivienda ideal.

Para calcular este presupuesto existen varias reglas que puedes aplicar de acuerdo a tu sueldo y una vez que sepas con cuanto cuentas para emprender este proyecto, podrás determinar la zona a la que puedes aspirar, el tamaño del piso y las comodidades que tendrás.

Además, piensa que si tu objetivo es comprar una casa seguramente necesitarás de una hipoteca. Para solicitar una debes tener unos ahorros, así que también mira cuánto dinero tienes en el banco y qué puedes destinar a comprar la nueva vivienda. En este caso, la hipoteca debería estar entre el 30 y el 40% de los ingresos netos de la unidad familiar.

Recuerda, no es bueno que gastes todos tus ahorros en la compra o el alquiler, porque siempre hay gastos y otros imprevistos.

  1. Piso vs. Casa, ese es el dilema

En muchos casos esta decisión estará condicionada por la ubicación, ya que si tenemos claro el lugar donde queremos residir, la oferta existente de una de las dos tipologías puede ser escasa.

Si no es así, y podemos elegir, la decisión suele ser muy personal, puesto que al considerar las ventajas y desventajas que ofrece una frente a la otra depende mucho del cliente: seguridad, jardín, tamaño, piscina, gastos de mantenimiento, número de plantas –escaleras-, ruido, vecinos, mascotas…

Por ejemplo, hay que valorar tu situación y el futuro para decidir qué número de habitaciones es el ideal para ti. En el caso de ser una pareja y querer tener hijos, debes hacer una previsión y buscar algo más grande para poder acoger las habitaciones de los pequeños; quizá más bien planeas subarrendar algunas habitaciones para ayudarte con los gastos del mes, etc.

  1. Haz un tour por la zona… así sea uno virtual

Dentro del barrio deseado, podemos atender al tipo de calle en el que se ubica el edificio. La distancia y accesibilidad a las dotaciones que para nosotros son importantes: zonas verdes, colegios, instalaciones deportivas, transporte público, lugares de ocio, aparcamientos, centros sanitarios, supermercados…

Como consejo para la casa ideal para vivir, siempre es importante darse una vuelta por Google Maps donde nos indicará las dotaciones de la zona a modo general.

La idea es asegurarte que dispones de los servicios básicos y también qué red de transportes hay, ya que una buena comunicación es esencial para moverte por la ciudad y facilitarte los traslados de un lado a otro.

Aunque parece una tontería , en verdad lo cerca que esté el supermercado, la farmacia, el metro, etc., te da una comodidad que puede transformarse en calidad de vida

  1. Considera el año de construcción y el estado de la vivienda

Evalúa que tipo de vivienda vas a adquirir; de obra nueva o segunda mano. Y dentro de las de segunda mano se puede decidir entre un inmueble que esté para entrar a vivir o reformar.

De hecho, hoy en día se está teniendo muy en cuenta esta última opción, por varios motivos: la ubicación nos limita poder escoger una vivienda obra nueva –existe mayor mercado de viviendas de segunda mano- y dentro del mercado de segunda mano, es difícil encontrar una vivienda que esté para entrar a vivir y se ajuste a nuestras necesidades y gusto.

  1. Toma en cuenta la orientación, vista y luminosidad

Aquí se analiza lo relacionado con la luminosidad y el consumo energético. Recuerda que para el hemisferio Sur la fachada de sol constante es la orientación Norte y para el hemisferio Norte la fachada de sol constante es la orientación Sur (Por ejemplo, Madrid).

Las fachadas con orientación Este y Oeste también atrapan los rayos de sol, aunque en menor intensidad y tiempo. Esta intensidad variará en temporadas de verano e invierno.

Por ejemplo, si estamos en España, la orientación este, recibe la luz del sol a primeras horas de la mañana, cuando la vivienda está más fría.

La orientación sur, es la que tendrá más incidencia de los rayos de sol a lo largo de todo el día. La orientación oeste, hará que la luz entre directamente a última hora del día, momento en el que la vivienda estará más caliente. Y la orientación norte, no recibe luz directa, por lo que tendrá una luminosidad tenue y uniforme a lo largo de todo el día. Dependiendo de si la vivienda se encuentra en un lugar frío o caluroso nos ayudará a valorar la mejor orientación.

Por otro lado, si la vivienda se encuentra en un edificio, las plantas altas tienden a ser más atractivas. Y el tipo de hueco existente en los paramentos también está relacionado con la correcta ventilación del inmueble.

7. Revisa el estado de las instalaciones y la calidad de los acabados

Segohouse, importante agencia inmobiliaria con sede en Segovia, te recomienda que al visitar una vivienda prestes gran atención a la instalación eléctrica, de gas, agua, calefacción, aire acondicionado, calentador de agua, puertas blindadas, antena de televisión, conexión a Internet… Calidad del mobiliario de cocina, inodoros, lavabo, ducha, grifería, carpintería interior –puertas-, carpintería exterior –ventanas-, armarios empotrados, pavimentos…

Estos deberán estar en buen estado, ya que si hay que hacer alguna reparación o modificación para que se ajuste a nuestras necesidades, esto elevará los gastos que deberemos hacer en el inmueble.

8. La estética no siempre es cuestión de lujo

Tanto si optamos por una casa, como si lo hacemos por un piso, no olvidemos que la carta de presentación de nuestra vivienda -lo primero que vamos a ver al llegar- es la fachada, su aspecto exterior. Y esto nos predispone a tener una actitud hacia ella.

Aunque muchos pueden llegar a pensar en la estética como un lujo y no como algo primordial, no olvidemos que al final esto puede llegar a ser el elemento que más afecte al momento de la toma de decisión. No olvidemos que al final también nuestra elección se basa en el feeling que nos dio la vivienda en cuestión y esto va directamente ligado a lo agradable que nos parezca y lo mucho que esas cuatro paredes nos inspire para construir nuestras vidas y las de nuestros seres queridos dentro de ella.

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