La microbiota es el conjunto de bacterias que colonizan la piel, el aparato digestivo, incluida la boca, y el aparato genital. Estas bacterias colonizan nuestro organismo desde el vientre materno, pero fundamentalmente desde el momento del nacimiento, especialmente si éste por vía vaginal.
En la web Top Doctors lo explican bastante bien diciendo que es, básicamente, la flora intestinal, también conocida como microflora, conjunto de microorganismos vivos o bacterias que se encuentran en el intestino o tubo digestivo del organismo humano.
La existencia de estas bacterias intestinales es muy beneficiosa para el desarrollo del sistema inmune, así como para la conducta humana y el estado de ánimo. De hecho, las bacterias de nuestro intestino no son malas, ya que el desarrollo del sistema inmune depende de ellas.
La microbiota se adquiere desde el momento en que nacemos y se mantiene estable hasta los 3 años. A partir de ese momento, se pueden producir modificaciones en la flora intestinal a causa de los diferentes cambios dietéticos mantenidos en el tiempo.
Sin embargo, aunque la microbiota es relativamente estable, puede variar de un individuo a otro o incluso en un mismo individuo. Esto se debe a distintos factores que pueden producir cambios transitorios, como los siguientes:
- Tipo de dieta
- Infecciones
- Ingesta de antibióticos
- Estrés
Estas bacterias contribuyen a nuestro buen estado de salud y previenen infecciones intestinales mantiene el sistema inmunitario en alerta, estimulando la producción de defensas de forma constante. Más concretamente, la microbiota realiza una serie de funciones útiles para el organismo:
- Participa en la producción de energía y vitaminas, como la vitamina K y algunos del complejo B.
- Tiene una función en la regulación del metabolismo, porque ayuda a digerir alimentos que no han podido ser digeridos en el intestino delgado o en el estómago.
- Regula y fortalece el sistema inmune.
- Combate las agresiones de otros microorganismos para mantener la integridad de la mucosa.
- Regula la secreción de neurotransmisores intestinales, insulina y péptidos fundamentales para procesos vitales.
Las principales enfermedades intestinales relacionadas directamente con la microbiota son las siguientes:
- La enfermedad celíaca, que es un trastorno que se produce a causa de una reacción a la ingesta de gluten.
- Enfermedades inflamatorias intestinales, como la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa, que se producen a causa de la inestabilidad en la microbiota.
- Diarrea aguda, que puede ir acompañada de vómitos, fiebre, náuseas y deshidratación.
- La infección por Helicobacter Pylori, que es una enfermedad que aunque suele ser asintomática, puede producir gastritis, cáncer de estómago y úlcera gástrica.
- La entercolitis necrosante, que es una patología común en recién nacidos que puede tener lugar a causa de la lactancia artificial o de la prematuridad.
Pero, como bien explican desde Feedbiota, no son las únicas enfermedades relacionadas que podemos encontrar.
Test de microbiota intestinal.
Conocer el perfil de microbiota de una persona es una vía para identificar cambios que sugieran la existencia de un problema de salud (como una enfermedad cardiovascular) o determinar qué alimentos les gustan más o menos a sus microorganismos y así favorecer el desarrollo de poblaciones beneficiosas como estrategia para prevenir (o corregir) algunos trastornos.
Así pues, la dieta es el factor externo que más influye en la calidad de la microbiota, aunque no el único, porque el estrés físico y emocional mantenido, el sedentarismo, el consumo de alcohol y tabaco, o la toma de medicamentos (sobre todo antibióticos) pueden desequilibrar el microbioma y favorecer la aparición de enfermedades intestinales, intolerancias alimentarias, debilitar el sistema inmunológico o provocar insomnio.
La posibilidad de poder influir en la salud ‘alimentando’ adecuadamente a las bacterias intestinales ha captado el interés de muchos ciudadanos y, más importante, de profesionales sanitarios. Pero para saber cómo intervenir, lo primero es averiguar qué microorganismos ‘mandan’ en nuestro aparato digestivo. Esa información se obtiene a partir de un test de microbiota que, como describe el directivo de Biomes, es una fotografía instantánea que ofrece mucha información sobre nuestra salud intestinal actual y el bienestar general.
A partir de esa instantánea es posible determinar aspectos como la tendencia a engordar o adelgazar o la presencia de indicadores de inflamación o estreñimiento. Y el informe final, además de mostrar los aspectos microbiológicos, ofrece recomendaciones personalizadas basadas en los puntos débiles del intestino. Son, principalmente, consejos relacionados con la alimentación y destinados a lograr que las bacterias ausentes colonicen el intestino.
¿En qué nos ayuda el test?
- Conocer si nuestro intestino parte de una composición saludable.
- Valorar si existe algún cambio leve o importante (Disbiosis).
- Prevenir el efecto de estos cambios a corto y largo plazo.
- Personalizar nuestra dieta basada en la composición intestinal garantizará un estado salud óptimo en el presente y en el futuro.
Cuida de tu salud, empezando desde dentro.