Los viajes de placer pueden incluir revisiones incómodas en el equipaje

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Enero es el mes elegido por muchas personas para realizar viajes, por un lado porque los billetes de avión bajan de precio con respecto a diciembre (que es momento de temporada alta), y por otro lado porque las ciudades entran otra vez en el ciclo de trabajo, pues en navidades parece que las fiestas revuelven la ciudad.

Y es que no hay nada como ver una gran ciudad durante las navidades, el ambiente es totalmente diferente, y la gente parece que está más feliz, en gran parta por la avalancha consumista que nos traen las fiestas navideñas. Pero viajar en enero también tiene sus puntos, de hecho es una de mis épocas favoritas para viajar. Excepto por el frío, ya que en el centro y norte de Europa el frío hace que puedas presumir de temperaturas bajo cero.

Ir a los aeropuertos es una actividad de riesgo, no tanto como saltar de un puente, pero si como patinar sobre hielo cuando tienes poca idea. Y pueden pasar cosas interesantes en los controles de seguridad, lo mejor es ver las cosas que pasan a la gente de tu alrededor en lugar de que te pasen a ti. Porque cuando ocurre esto último puedes encontrarte en mitad de un control de seguridad bramando por que te devuelvan la dignidad.

Otro de los aspectos positivos de viajar en enero es que los controles de seguridad suelen ser un poco más laxos, ya que hay menos gente. Pero nada te libre de que aleatoriamente te hagan un control y te abran la maleta. Justo como le pasó a una de nuestras compañeras de trabajo, que le abrieron la maleta y encontraron el regalo que llevaba a su host, un juguete sexual.

No hay cosa que de más vergüenza de que el policía empiece a examinar tu equipaje y que encuentre un juguete sexual. Aunque todo sea dicho, esto es algo que no debe de generar más revuelo por el hecho de que es algo totalmente normal hoy en día, el sexo no es un tema taboo y damos gracias de ello.

Pero todo sea dicho, lo mejor de todo es viajar y que nadie toque tu equipaje, y para ello hoy vamos a hablar de este tema, dando consejos para que cuando viajemos con juguetes sexuales no tengamos ningún problema.

Viajar con tus juguetes sexuales no tiene porque ser un problema

Una de las primeras cosas que tienes que tener en cuenta es el destino al que viajas, ya que no todos los países tienen las mismas políticas laxas que en Europa u otros países con respecto a los juguetes sexuales. Ten esto en cuenta y revisa previamente las políticas de entrada de objetos a tu país de destino para evitar problemas. Por ejemplo, en Vietnam se confiscan todos los artilugios sexuales que detecten en la aduana.

El equipaje de mano es sin duda el punto donde hay que poner más énfasis, pues las maletas de mano pasan controles, pero no conllevan el tener que abrirla delante de todos los demás viajeros del aeropuerto. Existen normas muy estrictas a la hora de empacar diferentes artículos, sobre todo en lo que conlleva a las baterías.

Por ejemplo, las herramientas de más de 17,5 cm de largo están prohibidas, así como llevar pilas u otro tipo de baterías. Por lo que asegúrate de que, si te llevas algún tipo de juguete sexual a pilas, no tiene la batería puesta. Y es aconsejable que en la maleta facturada hagas lo mismo, ya que puede que en algunos aluminios se detecten las baterías de litio y tengas que ir a abrir la maleta.

Por último vamos a hablar de un hecho, que es comprar juguetes sexuales en el extranjero. En Europa tenemos una normativa bastante estricta en cuanto a lo que se refiere a la seguridad de los juguetes sexuales, sobretodo en lo referente a los materiales. En algunos países podemos encontrar ofertas espectaculares en algunos juguetes.

Pero hay que tener cuidado porque esos materiales pueden ser perjudiciales, máxime si estos tienen un precio muy bajo. Lo mejor es comprar en sitios de confianza, y nosotros no podemos recomendar a otra empresa que Comercia Apra, con más de cuarenta años de experiencia en la venta de juguetes eróticos, entre otros productos.

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