Pautas a seguir por la rotura de un diente tras un golpe

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Por muy previsor y precavido que se sea, siempre hay accidentes y situaciones que se escapan de nuestro control y no podemos evitar. Y concretamente, la pérdida, rotura o aflojamiento de un diente después de un golpe, son una de las principales y más habituales urgencias odontopediátricas que se suelen presentar.

La práctica de un deporte, una caída accidental, un accidente de coche o moto, una pelea o la masticación de un alimento muy duro, son algunas de las causas más frecuentes que suelen estar detrás de un accidente de este tipo. Además, los niños, por su nulo sentido del peligro o del miedo, son además los candidatos perfectos para un traumatismo dental, tal y como nos advierten desde Qualident, quienes, en su día a día, se encuentran con varios problemas de este tipo y es que, como os decimos, un traumatismo dental es una de las causas más habituales de visita al odontólogo, sobre todo, en la edad más temprana o tras un siniestro vial.

En la edad infantil, después de la caries, los traumatismos dentales son la patología que se ve con más frecuencia en la consulta de un odontólogo. Del mismo modo, si atendemos a las estadísticas, observamos que los niños tienen un porcentaje mayor de traumatismos que las niñas en una proporción 2-1. Los traumatismos son considerados como una urgencia en la consulta dental y deben ser tratados lo más rápidamente posible a fin de evitar el desarrollo de una infección e intentar reimplantar el diente perdido.

¿Cuáles son las pautas a seguir tras la rotura de un diente?

  • En primer lugar, y dado que posiblemente se produzca un gran sangrado, es muy importante mantener la calma. Si es un niño el que ha sufrido el percance, debemos intentar transmitirle esa calma al niño para que no se asuste, a pesar del dolor que pueda sentir.
  • Intentar enjuagar la boca con agua limpia para eliminar cualquier resto de tierra, arena…
  • Presionar la zona de la encía donde se cayó la pieza dental con una gasa, pañuelo, servilleta… con el fin de frenar el sangrado.
  • Aplicar una compresa fría o un trozo de hielo envuelto en una toalla, camiseta… sobre la parte externa de la cara donde se produjo la rotura para evitar que la zona se inflame e intentar aliviar el dolor.
  • Es importante procurar localizar la pieza dental que se ha roto, para que el especialista pueda intentar reimplantar el diente perdido. Si tenemos la suerte de localizar la pieza dental rota, sin tocar ni manipular su raíz, debemos actuar con ella de la siguiente manera:
    • Enjuagar el diente en agua fría y colocarlo en su alveolo dental. A continuación, poner una gasa entre los dientes para que al morderla la pieza se mantenga en su sitio.
    • Introducir el diente dentro de la boca, debajo de la lengua o a un lado.
    • Introducir el diente en un vaso de leche fría, a la temperatura de la nevera, más o menos.
  • Acudir al odontólogo lo antes posible para que valore el daño producido. El especialista nos dirá si se trata de un diente temporal o uno permanente y realizará una evaluación del estado del diente y los tejidos para determinar los pasos a seguir. En el caso de tratarse de un diente temporal su reimplantación no es posible, pero si es un diente definitivo deberá colocarse lo antes posible, en todo caso, siempre antes de los sesenta minutos.

Los protectores bucales, fundamentales para la prevención de traumatismos

La prevención de este tipo de traumatismos es fundamental. Si los niños realizan actividades físicas de contacto como jugar al baloncesto, balonmano, fútbol, boxeo, rugby o incluso cuando van en bicicleta debemos intentar que se habitúe a la utilización de un protector bucal. Su función principal es la de protección dental, pero también es importante que no moleste durante su uso. En el mercado actual podemos diferenciarlos en dos categorías:

  • Los protectores bucales tipo standard: son los más económicos, se venden habitualmente en tiendas de deporte y son moldeables, ya que están realizados con un material que se amolda a la mandíbula de cada usuario tras introducirlo en agua caliente, ofreciendo un nivel de protección y comodidad media. Como inconveniente se puede señalar que no se adaptan totalmente a la boca, por lo que al recibir un golpe pueden saltar.
  • Protectores hechos a medida: son protectores personalizados, es decir realizados a la medida de cada deportista, por lo que su ajuste es perfecto y la protección es total. Este tipo de protectores son los que utilizan los deportistas profesionales.
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