Plantas artificiales para el verano.

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Va a haber gente que se me va a tirar encima con este artículo, pero lo que no podemos negar es que cuidar una planta natural con el calor que está haciendo es toda una odisea. Si a nosotros el calor nos deshidrata y nos baja la energía, imagínate a una planta. Si te gusta decorar el interior de tu casa con plantas y no quieres renunciar a ese gusto, sustituir las plantas naturales por unas artificiales, aunque sea durante estas fechas, es una opción a tener en cuenta,

Los aficionados a las plantas muestran predilección por la naturaleza. Decorar el salón de tu casa o el pasillo con plantas de interior crea una atmósfera vital. Nos sube el nivel de energía y mejora nuestro estado de ánimo. Pero claro, la planta debe estar sana, resplandeciente. De lo contrario, si se nos queda mustia, tiende a deprimirnos

El aumento de temperatura no es bueno para según qué plantas. Tampoco lo es el aire acondicionado, que lo tenemos encendido gran parte del día para poder estar en casa. El aire acondicionado reseca el ambiente, privando a las plantas de la humedad que necesitan para sobrevivir. Para que el calor no impacte demasiado en el interior del hogar, bajamos las persianas, pensamos que de esa manera estaremos más frescos. Por protegernos a nosotros, estamos privando a la planta de un elemento vital, la luz solar, necesaria para realizar la fotosíntesis y metabolizar los nutrientes que extrae de la tierra.

Otro momento crítico del verano es cuando nos vamos de vacaciones. ¿Qué hacemos con las plantas? ¿Le dejamos un juego de llaves a la vecina y le pedimos el favor de que se pase de vez en cuando a regarlas? ¿Dejamos las plantas en la bañera? Nos ha costado mucho esfuerzo que estén tan hermosas, podemos echarlo todo a perder solo con ausentarnos 15 días de casa. Sí, es cierto. Algunas plantas se podrán recuperar. Pero otras no. Es un riesgo que tienes que asumir.

Amparo, amante de las plantas, está impresionada por la decoración vegetal que están adoptando algunos restaurantes. Es tendencia. Un día se sorprendió al descubrir que el muro de enredaderas que exhibía un establecimiento donde fue a cenar estaba compuesto por plantas artificiales. ¿Quién lo iba a decir? Ella juraría que se trataba de hiedra natural. Se quedó tan impactada que investigó por internet tiendas especializadas en plantas artificiales. Con la página web de Mundoflor, por ejemplo, un distribuidor especializado en decoraciones vegetales, descubrió la amplia gama de productos de este tipo que existen. Algunas fotografías, sabía que eran plantas artificiales porque lo decía la descripción. Si no, se la hubieran colado, como lo hicieron en aquel restaurante.

Las plantas sufren en verano.

Las plantas de interior, al menos las que más utilizamos, no aguantan las altas temperaturas que estamos alcanzando este verano. Hay tardes en casa que se superan sin problema los 30º C. Puedes pensar que hay plantas tropicales, acostumbradas al calor, pero la selva tropical tiene un nivel de humedad que es difícil reproducir en una casa. Piensa en la selva amazónica. El blog Verdecora nos comenta en un artículo los problemas más graves que suelen padecer las plantas de interior en verano. Resaltamos los más habituales:

  • Falta de riego. Este es el problema más común. Debemos partir que con la llegada del verano no nos sirve la rutina habitual de riego que tenemos implantada. Como nos sucede a nosotros y a nuestros animales domésticos, necesitamos beber más agua para no deshidratarnos. No hay una fórmula maestra. Quizás la forma de saber que la planta necesita agua es si tocamos la tierra y no la notamos húmeda. Ojo, no debe estar encharcada. Tampoco debemos poner un plato debajo de la maceta. Crearíamos las condiciones propicias para que se reprodujeran bacterias que después dañarían la planta. Los indicios para saber que una planta se está deshidratando son evidentes: hojas arrugadas, ramas caídas, flores marchitas. Debemos actuar con rapidez si queremos evitar que la planta se nos muera.
  • Exceso de agua. Nos podemos pasar por el lado contrario. Pensando en que nuestra planta no pase sed, podemos llegar a regarla más de la cuenta. Estos también pasa cuando nos vamos de vacaciones y delegamos el cuidado de las plantas en un tercero. La persona que nos ayuda, con toda su buena voluntad, puede ir a regar las plantas y encharcar la tierra. Los efectos del exceso de agua se aprecian en que los tallos de la planta están muy frágiles, sobre todo los que están en contacto con la tierra. Con gran facilidad para romperse. También aparecen manchas marrones en las hojas. Son consecuencia de la acción de los hongos que se han propagado con el exceso de agua.
  • Sequedad ambiental y polvo. Estos son dos elementos que asfixian a la planta. La sequedad ambiental se puede producir por tener las ventanas cerradas y no permitir el paso de aire, o como hemos dicho antes, por el efecto de los aires acondicionados. Por otro lado, el polvo depositado sobre las hojas le impide respirar y se queda sin oxígeno.
  • Falta de luz. Dejar a las plantas a oscuras, cuando nos vamos de vacaciones, puede ser mortal para ellas. Para disipar el calor interior en las casas tendemos a bajar las persianas y a correr las cortinas. Estamos privando a la planta de la luz que necesita, al tiempo que la sometemos al estrés. Pues no será capaz de diferenciar con claridad cuando es de día y de noche. Cuando debe respirar dióxido de carbono y expulsar oxígeno, y al revés.
  • Proliferación de plagas. El verano es la estación en la que eclosionan muchas larvas de insectos. Lo vemos en los incómodos mosquitos y en las pesadas moscas. Pero también suceden con determinados insectos que dañan a las plantas como los pulgones. Las altas temperaturas hacen que se multipliquen determinadas bacterias causantes de enfermedades para nuestras plantas.

El cuidado de plantas de interior en verano requiere una mayor atención y dedicación que cualquier otra estación del año.

Las plantas artificiales no son lo que eran.

Tendemos a identificar las plantas artificiales con las clásicas plantas de plástico que se venden en los bazares económicos. Esas plantas que parecen de juguete y que dan una apariencia, en cierto modo, repulsiva. La tecnología en la fabricación de plantas artificiales ha evolucionado mucho y a veces cuesta diferenciar las plantas naturales de las artificiales. Las plantas artificiales no huelen, es un asunto que queda por resolver, pero por lo demás, nos pueden llegar a sorprender.

Nos dice la revista digital «El Mueble» que para la fabricación de plantas artificiales se utilizan una amplia gama de materiales con los que se reproduce un tacto, una textura y una imagen bastante fiel a la realidad.

Entre las materias primas con las que se confeccionan podemos encontrar el látex, la seda, la silicona y algunas fibras textiles de origen vegetal. Para el látex, por ejemplo, se utilizan moldes basados en los troncos y hojas de la planta original, reproduciendo los contornos y las venas foliales y alcanzando un gran nivel de realismo.

Las plantas de seda tienen un tacto suave y aterciopelado que pueden llegar a confundirnos en determinados modelos de plantas artificiales. Puedes encontrar algunas de estas plantas pintadas a mano, copiando las imperfecciones que presentan las plantas normales.

A las plantas artificiales no les afecta el aire acondicionado, ni que tengamos la habitación a oscuras, No debemos preocuparnos por regarlas, ni por abonarlas, ni por cambiarles la tierra. Es cierto que no experimentas esa experiencia de que estás cuidando a un ser vivo, pero esa decoración vegetal y natural que tanto te gusta, podrás obtenerla sin ningún esfuerzo. Si a caso, limpiarlas de polvo de vez en cuando.

Una opción a valorar.  

No me gusta la afirmación que dice que las plantas artificiales son para las personas descuidas. Parece que si tienes plantas artificiales en casa es porque eres incapaz de cuidar una planta real. Que se te terminan muriendo.

Es una alternativa realista. Cuidar de las plantas requiere tiempo y dedicación. Estar pendiente de los detalles. En verano la atención requerida es mayor. Es posible que no tengamos ni el tiempo, ni las ganas necesarias para cuidar de nuestras plantas.

Llegas de trabajar y lo que te apetece es tumbarte en el sofá y tomarte algo fresquito. O salir a una terraza a tomar algo con la pareja o con los amigos. Cuando llega el fin de semana esperas marcharte a la playa. No tienes la cabeza en ponerte a cuidar las plantas.

Con las plantas artificiales no aparecen problemas porque te tengas que ir de viaje o surja un imprevisto. No se van a morir porque te tengas que ausentar unos días.

Por supuesto que no es lo mismo cuidar plantas que sustituirlas por unas artificiales. La jardinería es una afición que nos se puede reemplazar por sucedáneos. Aun así, yo te propongo que pruebes. Al menos en verano. Ya me dirás como te ha ido con la experiencia.

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