Trabajar en un negocio como el de la construcción entraña sus riesgos. Todo el mundo lo sabe y es consciente de que la altura a la que se ejecuta la mayoría de los trabajos relacionados con esa materia es una de las principales causas de la siniestralidad que se registra en ese trabajo. Por eso, es indispensable que todas y cada una de las personas que se dediquen de una manera profesional a él sepan cuáles son los riesgos y las soluciones para cada riesgo. La formación es un factor clave y, según apuntan en Traltur, esta es la variable que las empresas están intentando desarrollar en mayores términos durante lo que llevamos de 2023.
Es cierto que los problemas que se registran en este sentido en la actualidad son pequeños en comparación a los que, por ejemplo, se registraban a mediados del siglo pasado, cuando no existían sistemas de protección y la siniestralidad era todavía más alta. Sin embargo, no nos podemos quedar ahí ni mucho menos. Hay que seguir haciendo todo lo posible por conseguir mejoras que hagan de actividades como estas algo 100% seguro. También hay que trabajar desde el punto de vista legal, porque es gracias a la Ley de Prevención de Riesgos Laborales que se han producido avances como a los que estamos haciendo referencia.
Decíamos que no podemos conformarnos con los datos actuales y tenemos motivos más que de sobra para justificar nuestra posición. Y es que, según aseguraba el diario El Independiente en el mes de junio del año pasado, la siniestralidad había crecido un 38% en el sector de la construcción, registrándose un total de 70 muertos y 40.000 heridos solo en lo se llevaba de año. Se trata de cifras que ponen de manifiesto que el sector debe seguir dando pasos hacia delante y que hay mucho en lo que trabajar todavía para intentar reducir ese número lo máximo posible.
Una de las cosas en las que se ha trabajado en los últimos años ha tenido que ver con la formación. Hasta hace algunos años, las empresas se limitaban a proporcionar al empleado los sistemas necesarios, pero no existía la formación necesaria que hiciera posible que la gente adquiriera todavía más conciencia al respecto de todos los peligros que tienen relación con una profesión como de la que estamos hablando, que no son pocos y a los que es necesario poner coto.
Desde luego, todo lo que sea invertir en formación está más que bien invertido. No cabe duda de que los resultados que se derivan de ese tipo de cursos pasan por la reducción de la cantidad de accidentes, de bajas y de víctimas, lo cual es el gran objetivo de una cuestión como esta. Y da lo mismo el sector en el que nos encontremos. Toda actividad entraña sus riesgos para la gente que se dedica a ella y nadie se puede quedar al margen de la formación que en cada caso sea necesaria para evitar cualquier tipo de desgracia.
Un sector, el de la construcción, que sigue siendo una referencia económica nacional
La construcción es una actividad económica de referencia para un país como el nuestro. Aunque es cierto que el turismo ya es el gran valedor de la economía española, la construcción sigue copando una posición más que interesante, ejerciendo una aportación al PIB que es clave. Eso hace más imprescindible que nunca el hecho de que se cuide de todas y cada una de las personas que forman parte de una actividad económica como esta. Así, además de la propia vida de la gente, que es lo principal, también se estará protegiendo a las empresas que forman parte del sector.
Según una noticia publicada en la agencia de noticias Europa Press, el sector de la construcción vivió una especie de boom el año pasado, viendo aumentar el número de trabajadores de la construcción en un 4% en el año 2021. Esto nos da una buena muestra de que hablamos de una actividad que se está reinventando, que se ha visto recuperada después de una crisis económica brutal ocasionada por la burbuja inmobiliaria en el año 2007 y por otra como la que ocasionó el coronavirus.
Con formación en seguridad, está claro que tendremos muchas más opciones de conseguir la eficiencia en un trabajo como el de la construcción. Si un trabajador o trabajadora siente seguridad en su jornada laboral, habrá muchas más opciones de que consiga ser productivo y de que, por tanto, la empresa pueda extraer todos los beneficios que espera de él. Ni que decir tiene que las entidades deberían seguir promoviendo todo lo que tenga que ver con la formación en altura y seguridad. Todo lo que hagan en este sentido les hará mejorar en diversos ámbitos.
