En las grandes capitales está pasando algo realmente preocupante, y es que existe un problema muy grande a la hora de encontrar un alquiler a un precio competitivo. Es algo bien conocido que en las grandes ciudades los bienes raíces siempre han sido cotizados, y la diferencia entre comprar y alquilar siempre ha sido importante.
Comprar una casa supone pagar una hipoteca, cuya cuota mensual depende mucho del precio de la vivienda, pero puede llegar a rondar entre trescientos y seiscientos euros. Alquilar siempre ha sido más barato, ya que además de pagar menos de lo que costaría una hipoteca, te ahorras los posibles problemas que se puedan generar por la rotura por desgaste de los elementos de la casa.
La cuestión es que, debido a la especulación urbanística en las grandes ciudades, se ha tendido en gran medida a subir en exceso el alquiler de los pisos. De hecho, en Barcelona la diferencia entre vivir en la ciudad y vivir a las afueras es realmente mínima, y esto no hace más que mostrar que existe un problema.
Existe un aumento brutal de los precios de los alquileres que hace prohibitivo vivir en las grandes ciudades. Podemos achacar esto al libre mercado, pero las realidad es que existen especuladores que son capaces de comprar bloques de edificios enteros para dejarlos vacíos, con el fin de que aumente el precio de los alquileres.
Un hecho también a destacar son los alquileres turísticos que están siendo problemáticos en los casos en los que éstos no cumplen la normativa local. Alquilar un piso a unos extranjeros sin los permisos el ayuntamiento puede salir caro, ya que dejando de lado las posibles multas que puedan imponer los entes locales, se está haciendo competencia desleal a los hoteles y apartamentos turísticos con los permisos en regla.
Claramente, los apartamentos que no tienen los permisos en regla están dejando de pagar una cantidad de impuestos que perjudica al alquiler de apartamentos turísticos legales. Pero, aun así, los apartamentos turísticos con todos sus permisos en regla están sobreviviendo a esta desigualdad.
Cuando ponemos a pensar en la oferta turística de Barcelona, tenemos una gran variedad de opciones dónde elegir. Esto implica que se necesita una gran oferta hotelera, y aquí también entra en juego los apartamentos turísticos, que suponen también una gran atracción para los turistas porque implica ver la ciudad de una manera diferente.
Los datos que necesitas que certifican el auge de los apartamentos turísticos legales en Barcelona
A falta de finalizar este mes de junio, el informe semestral de Hostmaker, una compañía que ofrece servicios de gestión completa para propiedades en alquiler en las principales ciudades europeas, las reservas indican una ocupación que ya supera el 82% para julio y agosto, batiendo los datos de 2017 en este mismo mes.
El informe del primer semestre del 2018 también analiza la evolución del sector desde enero hasta junio, mostrando una creciente apuesta del propietario barcelonés por el alquiler de medio plazo (más de 31 días) y un incremento del tiempo de estancia medio del visitante comparado con 2017.
Después de un inicio de año con incertidumbres sobre la evolución del turismo en la ciudad, los datos del informe semestral proporcionan una perspectiva clara: Barcelona sigue siendo una ciudad de referencia, hasta el punto de que el visitante incrementa su estancia. El alquiler turístico en los inmuebles de la compañía ha pasado pasa de tener una estancia media de 4,9 días en 2017 a 5,2 en 2018; una dinámica que también se refleja en los alquileres de más de 31 días, pasando de los 45,9 días de media en 2017 a 46,2 este año.
En cualquier caso no solo tenemos que poner el foco en los apartamentos turísticos, porque una gran parte de la oferta hotelera está precisamente en los hoteles. Si por algo destaca Barcelona es por la gran variedad de hoteles, hostales y pensiones que puedes encontrar, aunque últimamente lo que más atención está atrayendo es el turismo de lujo.
En este sentido es obligado mencionar a uno de los hotel boutique de lujo más llamativos de la ciudad condal, el Mercer Barcelona, un hotel de lujo situado en el corazón del barrio Gótico, que ocupa una serie de edificios de gran valor arquitectónico, pensado para satisfacer la búsqueda de exclusividad y de una experiencia singular.