Parece que últimamente eso de poner un negocio con tu propia marca de gafas de sol se está poniendo de moda. Lógicamente las celebrities tienen muchas más posibilidades de conseguir el éxito pero la realidad es que están naciendo tiendas online y físicas de gafas de sol por todas partes. Levantas una piedra ya parecen tres, como abogados o periodistas. Y tal vez, la culpa de este auge tenga algo que ver con las ya conocidas marcas Mrs. Franklin y Hawkers.
Y es que todo buen aprendiz de emprendedor, y casi todo el mundo de forma generalizada, conoce ya la historia de cómo los creadores de Hawkers levantaron un imperio partiendo de la nada, un poco gracias a una buena mano de cartas bien jugada y un poco gracias a la suerte, pura y dura. Pero el sueño de, como ellos, conseguir levantar una empresa tan exitosa en tan poco tiempo y vivir de eso no todos pueden cumplirlo, y de ahí que muchas de estas nuevas empresas no terminen de despegar.
La mecánica es sencilla. El emprendedor funda una pequeña empresa con la que importa gafas de sol fabricadas en Asia, muy económicas, que pasan todas las pruebas de la comunidad económica europea, lo que las convierte en unas gafas de sol totalmente legales y homologadas. El truco está en que esas gafas tienen un coste de producción en china y países del este que no superan los 2 euros, por lo que pueden venderse al empresario español en grandes lotes por menos de 5, por ejemplo, y 5,50 euros si ellos mismos imprimen tu marca (que has registrado previamente en nuestro país). El resultado es que metiéndole dos o tres euros de gastos, un euro más por el mantenimiento de la web que montes para la tienda online y un par más “por si acaso”, suman un total de gasto por gafa de sol que rondan los 10 euros (tirando por lo alto), lo que significa que si las vendes a 25 euros obtendrás un buen beneficio que, aunque no parece mucho, si consigues vender las gafas necesarias, que es la base de este negocio, tendrás una muy buena rentabilidad.
Pensémoslo por un momento, ¿qué volumen de ventas puede tener Hawkers hoy en día? Pues teniendo en cuenta que en 2015 declaró 25 millones de euros de ingresos deben ser muchas gafas ¿no? Ahora bien ¿Tiene todo el mundo tanta suerte?
Celebrities con colecciones
Paula Echevarría, Sara Carbonero, Sarah Jessica Parker, Rihanna y ahora también David Beckham son algunas de las caras famosas que se han subido al tres del negocio creando sus propias colecciones, líneas e incluso firmas de gafas de sol.
La firma de las nuevas gafas de sol de Bekham son, básicamente, sus iniciales entrelazadas y serigrafiadas en la esquina superior de la lente izquierda de todas sus gafas, DB y aunque la colección está pensada para hombres, asegura que los modelos son unisex. Beckham, que no quiere ser uno más del montón, ha incluido en su colección varios diseños de monturas de gafas de vista.
Todos ellos, y basándonos en éxitos previos, conseguirán su objetivo pues, ya sea para una temporada o para afianzar la firma en el mercado internacional, estas celebrities conseguirán, de sobra, grandes beneficios con sus colecciones de gafas de sol, pero ¿por qué? pues porque son conocidos, así de simple, y por eso además pueden poner precios más elevados a sus diseños que, en realidad, pueden ser comprados en Asia exactamente igual que lo haría un pequeño empresario desconocido.
Según la empresa online Gafas Chulas, perteneciente al grupo de Ópticas San Mateo, el beneficio que obtienen las grandes firmas de gafas puede ser de un 90% por cada modelo vendido, de ahí la alta rentabilidad que obtienen cada año, pero lo mismo ocurre con la ropa o con las zapatillas fabricadas en países donde la mano de obra, y el material, es tan barato.
Ahora bien, ¿y qué pasa con las gafas de sol que se venden a pie de calle? Pues hay que dejar claro que en producto asiático puede ser tan bueno o malo como cualquier otro, todo depende de lo que estés dispuesto a pagar y de la calidad de la empresa a la que le compres. La aparición de producto económico en bazares chinos (aunque mucho de su producto es europeo e incluso español) y de webs tipo Aliexpres han hecho creer, erróneamente, al público que el producto fabricado en Asia es de muy mala calidad y por eso es tan barato, pero no. Hay de todo, como en botica. Lo que pasa es que la mayoría de las gafas vendidas en la calle suele ser de muy mala calidad.
Al final la conclusión es sencilla. Por un lado debemos saber que todas estas colecciones traídas de china pueden ser tan buenas o malas como las de las principales marcas europeas, y por eso mucho emprendedor se lía la manta a la cabeza en busca del éxito Hawkers pero, por otro lado, ese éxito ya lo han conseguido un número determinado de empresas jóvenes y muchas más no tienen cabida por lo que, actualmente, solo las celebrities consiguen meter la cabeza, y esto, amigos y amigas, es una realidad más que debemos marcarnos a fuego. Si quieres triunfar de la nada, tal vez debemos marcarnos un Hawkers, pero no con el mismo producto que ya está más que explotado en nuestro país.