Si estás leyendo este artículo, enhorabuena, eres un valiente. Ahora mismo en España, y viendo cómo se están poniendo las cosas emprender es un acto de fe, solo para valientes. No lo pone nada fácil la administración central, con una serie de impuestos y de imposiciones donde se ahoga hasta al extremo máximo al empresario. Aun así, enhorabuena porque el mundo empresarial es maravilloso. Está claro que somos de otra goma.
Ya sabes que en esta página nos gusta dar ‘consejitos’ y en esta ocasión lo que queremos hacer es dar consejos si te decides a montar un restaurante. Es cierto que si hay algo donde se puede invertir en este país es en la restauración. Cierto que es un sector muy sacrificado, pero también es cierto que es el único sector del que todavía se puede sacar algo de rentabilidad. ¿Por qué digo esto? Pues porque solo hay que ver cómo están los restaurantes, los bares y sus terrazas para comprobarlo. En un momento en el país donde la deuda está por las nubes, donde el IPC ha hecho que hacer la cesta de la compra sea una misión imposible, también vemos que un fin de semana es imposible reservar en algún restaurante para comer.
Por eso, si te lo montas bien, el sector de la restauración es seguro. Ahora bien, tenemos que hacerlo sobre una serie de puntos básicos para recuperar lo más rápido posible la inversión realizada. Lo primero que tenemos que tener es un plan de negocios sólido y bien estructurado que incluya gastos iniciales, ingresos esperados y proyecciones financieras a largo plazo. No podemos lanzarnos a una piscina sin agua. No podemos pensar que por el simple hecho de montar un restaurante, los clientes van a entrar por la puerta. Al final, en esto nos ha enseñado mucho el mítico Albero Chicote y su programa de Pesadilla en la Cocina. Ni todo el mundo vale para ser empresario de la restauración, ni todos los lugares están preparados para albergar uno.
Una vez que hemos hecho este plan de viabilidad, será el momento de contar con un buen equipo de trabajo capacitado y comprometido, incluyendo personal de cocina, sala y administrativo. Y no es algo fácil, ya os digo. Ahora mismo este sector es muy sacrificado, y hay trabajo de sobra, pero la gente no está cualificada. Se le considera un trabajo residual, una ocupación a realizar cuando no se disponen de otras alternativas o como un aporte económico para financiar otros estudios. Por eso, mucho personal que trabaja en hostelería carece de cualquier cualificación y no siente necesidad de formarse ni de desarrollar una carrera profesional a largo plazo.
Material humano y físico
Y además de persona, hay que tener logístico. Por eso hay que contar con un local adecuado para el restaurante, que cuente con todos los permisos necesarios y que tenga el espacio necesario para acomodar a los clientes y al personal. Y por supuesto, una inversión inicial en material que nos permita crearnos un nombre. El punto más importante y donde no debemos escatimar es una buena cocina. Maquinas que según las apreciaciones de MayFriho, empresa especializada en maquinaria para hostelería, tienen que estar estudiadas y diseñadas minuciosamente respecto a calidad, seguridad e higiene. Tres conceptos básicos en la restauración.
Por supuesto, uno de los puntos más importantes si quieres triunfar con tu restaurante es contar con un menú atractivo que se adapte a los gustos y necesidades de los clientes. De nada nos sirve tener a los mejores camareros o las mejores máquinas si luego no está en consonancia con los alimentos que servimos. Al final, a un restaurante se va a comer, y bien.
Un restaurante también tiene que contar con unos proveedores confiables para la compra de insumos y suministros. Que no nos fallen en los momentos claves.
- No podemos olvidarnos de contar con un sistema de gestión de inventario y control de costos que nos vaya diciendo si nuestra empresa es viable. No somos una ONG y está claro que hay que saber si estamos siendo rentables.
- En los tiempos que corren también es esencial una estrategia de marketing efectiva para promocionar el restaurante y atraer a los clientes. Restaurantes hay muchos, por eso tenemos que tener algo que nos haga diferente al resto.
- Por último, tenemos que contar con un sistema de contabilidad y finanzas que permita llevar un control preciso de ingresos y gastos. Y por supuesto, un plan de contingencia para afrontar situaciones imprevistas o de emergencia.
Ahora, ya tienes lo básico para poder poner en marcha un restaurante, aunque como lo que te decimos lo que no te pueden faltar son ganas y valor.