Durante los meses de marzo, abril, mayo y junio las farmacias han sido nuestras mejores aliadas y lo digo con conocimiento de causa. He ido más a la farmacia en estos últimos meses que en los últimos 5 años a preguntar si les habían traído mascarillas, o gel hidroalcohólico y, por supuesto, a por ciertos medicamentos necesarios en toda familia como paracetamol o Almax. ¿Por qué? Pues porque tal y como estaban las cosas no podíamos quedarnos sin paracetamol y las grandes comilonas (a todas horas) que hemos vivido durante el confinamiento obligaban a nuestros estómagos a pedir Almax a gritos. Cosas del coronavirus…
Sin embargo, lógicamente, todas las farmacias no han vendido por igual. Hay que dejar claro que la mayoría de los farmacéuticos han intentado ofrecer a los usuarios un producto de calidad al precio más equilibrado posible y aunque también ha habido farmacias que se han querido lucrar “de más”, son las que menos.
A pesar de eso, cabe destacar que aunque los medicamentos de receta tienen un precio estipulado por ley, el resto de productos que venden las farmacias no lo tienen y aunque suelen intentar estar dentro de una media más o menos globalizada, podríamos decir que hay también batalla de precios en este sentido. Así, mientras que en una farmacia cierta crema se vende a 8 euros, en otra se vende a 11 y, del mismo modo, ha ocurrido con los geles y las mascarillas hasta que el Estado fijó los precios. Por eso, la visibilidad e incluso promoción de algunas farmacias estaba a la orden del día, pues querían llegar a la mayor parte de público posible y vender así todo su stock. En Farmacom, empresa especializada en marketing para farmacias, nos han confirmado que han sido muchas las farmacias que han recurrido a ellos durante este Estado de Alarma para promocionarse en Internet, ya sea con banners o con anuncios en Google, para avisar de que tenían stock de esos productos tan demandados en tiempos de Covid19.
Pero las farmacias no son las únicas indispensables en estos tiempos de crisis que han “jugado” ligeramente con los precios de ciertos productos. Tal y como nos confirman en Ecokimia, fábrica de productos de limpieza por mayor, son muchos los empresarios del sector (sobre todo distribuidores) quienes han subido el precio de algunos productos de limpieza desinfectantes, sobre todo productos con lejía y alcohol. Según los propios usuarios de las grandes superficies esta subida no es muy notable pero “un céntimo aquí y dos céntimos allá al final se acaban notando”.
Del mismo modo se espera una subida en el precio del cloro para las piscinas pues este año se va a llevar un control férreo en el PH de las mismas para garantizar la seguridad de los bañistas, y eso sumado a que se han venido más piscinas este último mes que en los meses de mayo y junio de los últimos 5 años va a hacer que la demanda de cloro suba exponencialmente al tiempo que los productores y los comercios suben también su precio.
Todo esto es normal, es la ley de la oferta y la demanda, o lo que es lo mismo, cuanta más gente necesita un producto y menor cantidad de ese producto hay más caro se pone. Es más, aunque sí haya cantidad de ese producto cuando se vuelve tan necesario que nadie puede prescindir de él también se encarece pues los fabricantes y distribuidores ven la oportunidad perfecta para obtener más beneficios a costa del consumidor.
La cesta de la compra es ahora más cara que antes del Covid19
Así, toda la cesta de la compra de cualquier familia es ahora más cara que antes del confinamiento pero ¿qué alimentos son los que más han subido de precio?
- Frutas frescas o refrigeradas: 12,8%
- Pescado fresco o refrigerado: 10,5%
- Carne de porcino: 8,2%
- Azúcar: ,9%
- Carne seca, salda o ahumada: 7,1%
- Legumbres y hortalizas: 5,8%
- Carne de pollo y pavo: 5%
- Alimentos para el bebé: 4,6%
- Pescado congelado o conservas: 3,7%
Y ¿qué productos han bajado su precio:
- El aceite de oliva ha caído un 9,8%
- El marico congelado un 0,8%
- Helados, 0,7%
- Leche en conserva, 0,4%
Hay tres motivos fundamentales que han desencadenado esta subida de precios. Por un lado, la escasez de trabajadores en el campo para la recogida de determinadas frutas en las últimas semanas, debido a la dificultad de entrada para los trabajadores extracomunitarios ha lastrado la oferta. Por otra, el confinamiento ha elevado el consumo directo de los hogares, canalizando una demanda que antes iba a través de otros servicios de restauración. Por último, también es posible que los supermercados hayan aprovechado la menor competencia de pequeños comercios y el agotamiento de determinados productos para elevar los precios.
