Dicen que el ser humano es el único sobre la faz de la Tierra que es capaz de tropezar dos veces con la misma piedra. Y la verdad es que la propia vida se ha encargado de darnos la razón en repetidas ocasiones. En el artículo que aquí comienza vamos a hablar de una de las cuestiones que evidencian que lo que os acabamos de comentar no es ninguna frivolidad y que se ajusta de verdad a la realidad en la que nos movemos todos y cada uno de nosotros. Ese ejemplo tiene que ver con la salud dental de todos y cada uno de nosotros.
Resulta que nos han avisado en incontables ocasiones de la enorme necesidad que tenemos las personas de lavarnos los dientes hasta tres veces cada día. Y es que, a pesar de haber estado escuchando esta advertencia durante toda nuestra vida, al final hemos necesitado de las dotes de un dentista para resolver cualquier tipo de problema que ha ido apareciendo en nuestra boca a causa del escaso cuidado que hemos demostrado tener sobre ella en repetidos momentos de nuestra vida. ¿Hemos tropezado dos veces con la misma piedra o no?
Una noticia que fue publicada en el portal web Periodista Digital informaba de que un 15% de los españoles no acude al dentista por una simple razón: miedo. Ese miedo tiene que ver con el bolsillo, naturalmente, o con la repulsión que nos genera cualquier tipo de material que pinche, corte o haga cualquier tipo de movimiento de este estilo. Pero la pregunta debe ser la siguiente: ¿no nos da más miedo no cuidar de nuestra boca y que tarde o temprano nos vaya provocando dolores y más dolores? Para el 15% de los ciudadanos de este país, no. Y ese es un error que tiene consecuencias que pueden llegar a ser irreparables.
Por otro lado, el portal web especializado Infosalus informaba de que el 80% de la gente acude al dentista una vez al año, que es lo mínimo que recomiendan los especialistas y lo que hemos suscrito nosotros en más de una ocasión. Teniendo en cuenta este dato y el que os hemos comentado en el párrafo anterior, vemos cómo el porcentaje de personas que acuden al dentista más de una vez al año es prácticamente irrelevante. Y ese es un problema que necesitamos resolver, porque la sociedad española todavía no se ha dado cuenta de lo importante que es tener una boca cuidada y sana.
Este país sigue siendo deficiente en lo que tiene que ver con la salud bucodental de los ciudadanos en muchos sentidos. Desde la Clínica Dental Galván Lobo, nos han comentado que los consejos para mejorar en este sentido deben girar en torno a una doble dirección: por una parte, los propios ciudadanos nos tenemos que dar cuenta de la necesidad de cuidar de sus dientes para mantener una cierta calidad de vida y no tener dolores en esta zona del cuerpo. Pero, por otra parte, es cierto que desde las administraciones públicas debe hacerse un esfuerzo mayor en promocionar la salud bucodental realizando diferentes campañas de marketing que giren en torno a esto.
Hemos mejorado, pero no lo suficiente
Es cierto que, de un tiempo a esta parte, la salud bucodental ha mejorado en España. Por una parte, parece que un mínimo porcentaje de gente se ha dado cuenta de la necesidad de cuidar de su boca. Por otra parte, la mejora en las técnicas y la llegada de nuevas tecnologías han permitido que haya mejorado la eficacia y la eficiencia de los profesionales de este campo, lo cual ha revertido en un aumento de la confianza de la población en sus entidades.
Pero no nos podemos engañar. No hemos mejorado lo suficiente ni lo que esperábamos. Tenemos que seguir haciendo hincapié en todo lo que rodea a la salud dental de nuestra población, que sigue siendo una de las peores del sur de Europa. Esto no puede seguir así y, para ello, tenemos que poner toda la carne en el asador sobre todo para educar a los más pequeños y pequeñas, que son los y las que pueden hacer que esto cambie más pronto que tarde. Es la esperanza que nos queda para el futuro más próximo.
Hay que tratar de conseguir que no tropecemos siempre con la misma piedra, algo que solemos hacer bastante en este planeta y mucho más en un país como el nuestro. No sabemos si lo vamos a conseguir, pero desde luego lo que no podemos hacer es no intentarlo por todos los medios que tengamos a nuestro alcance. Es algo que terminaremos agradeciendo tarde o temprano y que mejorará nuestra vida de una manera mucho más sustancial de lo que nos estamos imaginando en estos mismos momentos.