El día 31 de mayo de cada año se celebra el Día Mundial sin tabaco, una efeméride promulgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el año 1987, con el objetivo de informar y concienciar a las personas sobre los efectos nocivos y letales del consumo de tabaco y la exposición al humo del tabaco ajeno, pues las estadísticas demuestran que cada año mata a más de 8 millones de personas en el mundo, de los cuales siete millones son consumidores directos y el resto son pasivos. Cualquiera que sea la forma de consumo del tabaco, cigarrillos, puros, en pipa, de liar, mascar, cigarros electrónicos… la puerta de entrada a nuestro organismo es la boca y es ahí en la cavidad bucal una de las localizaciones donde el efecto del tabaco deja su huella y sus efectos nocivos.
Los principales efectos nocivos del tabaco en la salud bucodental son:
- Tinciones y manchas en la superficie dental. La tinción dental es una alteración del color de las piezas dentales, puede estar causada por diversos factores como la alimentación, bebidas, la edad, traumatismos, tabaco, etc. La nicotina y el alquitrán que contiene el tabaco se deposita sobre la superficie dental provocando que el esmalte amarillee.
- Halitosis y cambios en la composición y la cantidad de saliva. El consumo de tabaco altera la flora bacteriana de la mucosa oral y disminuye la cantidad de saliva, lo que se conoce como xerostomía, provocando que la cantidad de saliva presente en la cavidad bucal no sea suficiente para mantener el equilibrio de las bacterias presentes en la boca. Para evitar la xerostomía y la halitosis es sumamente importante beber agua de forma habitual, así como mantener una correcta higiene oral.
- Retraso en la cicatrización de las heridas. Cualquier posible herida que se produzca en la boca en las personas fumadores conlleva un retraso en su cicatrización, del mismo modo que pueden experimentar un mayor dolor tras la extracción de piezas dentales y una peor capacidad de recuperación.
- Candidiasis oral. El tabaco predispone a contraer la infección por el hongo Candida Albicans.
- Enfermedad periodontal. Se calcula que entre un 30 y un 40 % de los casos de periodontitis crónica están vinculados con el tabaco. En el caso de fumadores se aprecia un aumento de pérdida de hueso, bolsas periodontales más profundas, pérdida más severa en el hueso de soporte del diente. Los signos y síntomas de una enfermedad periodontal son: encías enrojecidas o inflamadas, encías sensibles al tacto o sangrantes, dolor al masticar, dientes sensibles, movimiento de dientes… Esto es algo que saben de primera mano en la Clínica dental Odonthos, donde su equipo profesional se enfrenta a este tipo de problemas cada día y es que, aunque el consumo de tabaco ha ido disminuyendo con los años, lo cierto es que todavía fuma mucha gente.
- Se han publicado estudios que indican que el tabaquismo junto con la falta de higiene oral son los dos principales factores que presentan una asociación más fuerte para desarrollar una periimplantitis, es decir el proceso inflamatorio que afecta a los tejidos que rodean un implante dental y que puede terminar ocasionando la pérdida del soporte óseo en el que se integra dicho implante, con su consecuente fracaso.
- Cáncer oral. Está completamente demostrada la relación entre el consumo de tabaco y el riesgo de desarrollar un cáncer oral. Se considera que el tabaco está asociado con casi el 80 % de los casos de cáncer oral. Cualquiera de las modalidades o formas en que se presenta el tabaco contienen toxinas (sustancias venenosas), carcinógenos (agentes causantes de cáncer), nicotina (sustancia adictiva) y alquitrán, las cuales entran en contacto directo con la cavidad bucal, provocando además que las mucosas de la boca sufran un efecto cancerígeno directo producido por el humo del tabaco.
El cáncer oral afecta más comúnmente al tejido de los labios, la lengua, las glándulas salivares, el revestimiento de las mejillas, las encías y el paladar. Según las estadísticas son las personas de mediana edad y de edad avanzada las más afectadas y dentro de estos grupos es más común en hombres que en mujeres, si bien en los últimos tiempos debido al cambio de hábitos en el consumo de tabaco las cifras tienden a igualarse.
El tabaco y el alcohol son fuentes de caries
Una investigación desarrollada por varios profesores del Grupo de Microbiología oral de la Universidad CEU-UCH, publicada en Letters in Applied Microbiology, demuestra que el tabaco y el alcohol son factores de riesgo que, unidos a otras causas, pueden facilitar o acelerar los procesos de caries e infecciones bucales, así como alterar la microflora bacteriana oral.
