¿Te ha pasado alguna vez que te has tomado algún medicamento específico para el dolor de cabeza y no se te ha pasado? ¿Puede ser que un relajante muscular no haya hecho nada con tu dolor de cuello? Eso es porque el origen del dolor no esta ahí y todo tiene una explicación.
La articulación temporomandibular (ATM).
La articulación temporomandibular (ATM) es una articulación que funciona como una bisagra deslizante, conectando la mandíbula al cráneo. Hay una ATM en cada lado de la mandíbula. Esta articulación es compleja porque permite movimientos en múltiples direcciones: arriba y abajo, de lado a lado, y hacia adelante y atrás.
Anatómicamente, la ATM está compuesta por:
- La fosa mandibular del hueso temporal.
- El disco articular.
- La cabeza de la mandíbula o cóndilo mandibular.
- Los ligamentos adyacentes.
La ATM, como bien saben los profesionales de Navalcarnero, se divide en dos compartimentos separados por el disco articular. El compartimento superior permite el movimiento de traslación y el inferior permite los movimientos de rotación. Además, la articulación está soportada por una serie de ligamentos que ayudan a mantener la estabilidad y limitar los movimientos excesivos, por lo que es importante que conozcamos que los trastornos de la ATM pueden causar dolor y disfunción en la articulación y los músculos circundantes.
¿Cuáles son los síntomas de un trastorno de la ATM?
El trastorno de la ATM puede presentar una variedad de síntomas, que pueden variar en gravedad o intensidad. Algunos de los síntomas más comunes son los siguientes:
- Dolor en la mandíbula: es uno de los síntomas más frecuentes y puede manifestarse como un dolor sordo, punzante o pulsátil en la mandíbula. Este dolor puede ser constante o intermitente y puede empeorar al masticar, hablar o abrir la boca ampliamente.
- Dolor en el oído: el dolor en el oído es común en personas con trastorno de la ATM debido a la proximidad de la articulación temporomandibular al oído. Este dolor puede ser confundido con una infección del oído, pero en realidad está relacionado con la disfunción de la articulación.
- Dolor al masticar: masticar puede resultar incómodo o doloroso para quienes padecen trastorno de la ATM. Esto puede presentarse como una molestia aguda o constante al ejercer presión sobre la mandíbula. Esta incomodidad puede limitar la capacidad para consumir alimentos y se asocia con la disfunción de la articulación temporomandibular.
- Dificultad para abrir o cerrar la boca completamente: algunas personas con trastorno de la ATM pueden experimentar una limitación en el rango de movimiento de la mandíbula, lo que puede dificultar la apertura completa de la boca o el cierre completo de la misma.
- Chasquidos, crujidos o sonidos de clic al abrir o cerrar la boca: estos sonidos pueden ocurrir debido a la dislocación parcial de la mandíbula o al desgaste del cartílago dentro de la articulación temporomandibular, indicando una disfunción que requiere atención médica.
- Sensación de bloqueo o atascamiento de la mandíbula: algunas personas pueden experimentar momentos en los que sienten que su mandíbula se bloquea o se atasca en una posición abierta o cerrada, lo que puede ser doloroso y preocupante.
- Dolores de cabeza: el dolor de cabeza, especialmente en las sienes, es común en personas con trastorno de la ATM y puede ser causado por la tensión muscular asociada con la disfunción de la articulación.
- Dolor en el cuello y los hombros: la tensión muscular en la mandíbula puede extenderse hacia el cuello y los hombros, lo que puede provocar dolor y rigidez en estas áreas.
- Sensibilidad en los músculos de la mandíbula: los músculos alrededor de la mandíbula pueden volverse sensibles al tacto debido a la tensión crónica asociada con el trastorno de la ATM.
- Hinchazón en el lado de la cara afectado: en algunos casos, la articulación temporomandibular puede inflamarse, lo que puede causar hinchazón en el lado de la cara afectado.
- Dolor al bostezar: el acto de bostezar puede exacerbar el dolor en personas con trastorno de la ATM debido a la tensión adicional en la mandíbula y los músculos circundantes.
¿Qué tratamientos existen para los problemas de la mandíbula?
Es importante consultar a un profesional de la salud, como un dentista o un especialista en trastornos de la ATM, para determinar el tratamiento más adecuado según la causa y la gravedad de los problemas de la mandíbula. Existen varios enfoques de tratamiento para los problemas de la mandíbula:
- Medicamentos: analgésicos, antiinflamatorios no esteroides (AINE), relajantes musculares y corticosteroides pueden ayudar a aliviar el dolor y la inflamación asociados con los problemas de la mandíbula.
- Terapia física: los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, así como la terapia de ultrasonido, pueden ayudar a mejorar la movilidad de la mandíbula y reducir la tensión muscular.
- Férulas o protectores bucales: estos dispositivos se colocan sobre los dientes para ayudar a aliviar la presión sobre la articulación temporomandibular y prevenir el rechinamiento de los dientes (bruxismo) durante la noche.
- Terapia de calor o frío: la aplicación de compresas calientes o frías en el área afectada puede ayudar a reducir el dolor y la inflamación.
- Modificación de la dieta: evitar alimentos duros, pegajosos o difíciles de masticar puede reducir la tensión en la mandíbula.
- Corrección de la mordida: en algunos casos, pueden ser necesarios tratamientos dentales para corregir problemas de mordida que contribuyan a los síntomas de la ATM.
- Inyecciones de botox: la toxina botulínica puede ayudar a relajar los músculos de la mandíbula y reducir el dolor en algunos casos.
- Cirugía: en casos graves y resistentes a otros tratamientos, la cirugía puede ser una opción para reparar o reemplazar la articulación temporomandibular.