7 consejos para poner tu piscina a punto para el verano

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El buen tiempo está llegando y con ello la apertura y puesta a punto de las piscinas. La primavera es la época en la que hay que ir realizando las tareas necesarias para que la piscina pueda estar operativa lo antes posible.

Durante el invierno, las piscinas están bastante abandonadas por lo que el agua, sobre todo, se queda muy afectada, en cuanto a la higiene. Una época del año que además de hojas secas, el agua puede contener otros agentes poco deseados y saludables. Estos son las bacterias y hongos que hay que eliminar para conseguir que el agua esté en equilibrio y sea apta para darse un baño.

Sin embargo, al tener que hacer uso de varios químicos, en recomendable realizar estas acciones con tiempo ya que los productos tardan en hacer efecto. Por lo que si vas a poner a punto tu piscina este artículo es perfecto para ti, ya que te vamos a dar algunos consejos para que tu piscina esté lista para el verano.

  1. Retira y limpia la cubierta de la piscina

Aunque pueda parecer obvio, hay que retirar la cubierta que has usado para cubrir la piscina durante el invierno. Pero no solo es cuestión de quitarla y guardarla, hay que limpiarla a fondo para eliminar todos los restos de suciedad que haya podido acumular después de los meses en los que ha estado puesta.

Para limpiar la cubierta se puede utilizar cualquier cepillo de barrer con cerdas de media dureza y un poco de agua jabonosa.

Una vez esté limpia es importante que quede bien seca, para evitar que se acumule humedad con el tiempo ya que esta podría provocar la aparición de hongos y que partes de la cubierta se rompan o deterioren.

De todas formas, no es necesario guardarla hasta el fin del verano, de hecho la puedes seguir usando durante estos meses para proteger el agua durante las horas o días que no se vaya a usar. Además también evitarás la evaporación del agua en los días más calurosos.

  1. Comprueba el estado de los accesorios sumergidos

Antes de empezar a sanear el agua, es importante limpiar todo lo que hay en el interior como pueden ser cestos, rejillas, el skimmer y por supuesto las escaleras que seguramente tengan hongos y algas. De ahí la importancia de limpiar todo para eliminar al máximo cualquier rastro de podredumbre antes de desinfectar el agua.

  1. Limpia el fondo y las paredes

Elimina la mayor cantidad posible de suciedad de toda la superficie de la piscina. Para esto hay que emplearse a fondo con el suelo y las paredes, lugares en los que suciedad tiende a acumularse más.

Si bien se puede limpiar de forma manual con un limpia fondos, lo ideal sería emplear un robot de piscina para asegurar que la suciedad va a quedar eliminada al 100 %.

  1. Limpia los filtros

A consecuencia de la quietud del agua durante los meses de invierno, muy posiblemente los filtros hayan quedado atascados y haya que limpiarlos también.

Si el filtro es metálico, habrá que comprobar si hay óxido, y si es así, deshacerte de él. Posteriormente, hay que pintarlo y darle una mano de pintura antioxidante para mantener intacta la estructura.

En el caso de que el sistema de filtración sea de arena, habrá que reponer el sílex. Y si reponer la arena, ya sería la guinda del pastel.

  1. Echa un vistazo a la instalación eléctrica

Un paso importante para que la piscina luzca bien, es echar un vistazo a los focos que se encuentran en el fondo y las paredes de la piscina. Vigilar que la instalación eléctrica funcione correctamente. En ocasiones y según el lugar, las heladas pueden deteriorar estas instalaciones y es fundamental revisar que estas están en condiciones óptimas.

  1. Vuelve a llenar la piscina

Llega el momento de volver a llenar la piscina de agua, y para hacerlo correctamente, habrá que hacerlo hasta un nivel mínimo, y posteriormente prestar especial atención a las cantidades invertidas de productos de limpieza para conseguir un equilibrio de los parámetros en el agua.

  1. Analiza el pH de la piscina

El último y más importante paso a tener en cuenta para tener tu piscina a punto, es analizar el pH del agua. Conocer si el nivel de este es el correcto es un punto clave para cualquier mantenimiento que se haga en el futuro ya que de él va a depender los distintos tratamientos que se le realicen al agua. El pH óptimo debería estar siempre entre 7,2 y 7,6 y en el caso de que sea superior, habrá que usar un reductor de cloro y en el caso de estar por debajo del nivel recomendado, basta con añadir un poco más de este químico.

Y con estos 7 sencillos pasos para tener lista tu piscina para el verano, solo te queda una cosa, disfrutarla rodeada de familia y amigos. Eso sí, si no sabes cómo poner a punto tu piscina lo mejor es confiar en profesionales la limpieza y mantenimiento. “Como profesionales no sólo nos encargamos de la limpieza, también de poner a punto la maquinaria o de tramitar permisos cuando sea necesario”, indican desde MPM Mantenimiento Piscina Madrid, empresa especializada en el mantenimiento de piscinas.

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