Consejos para terapia psicológica

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En el momento en el que asistimos a terapia, lo que debemos tener claro es que lo hacemos porque nos encontramos en una situación compleja que no sabemos de qué manera manejar.

Así que debemos saber que se dará por sentado que la persona que se trate, estará con mayor receptividad en este sentido a los cambios, por lo que va a querer para pasar por dicha transición para un bienestar mayor.

El caso es que, desde cpsur.com, expertos en psicología de la localidad madrileña de Pinto creen que hay cosas que aparecen en la terapia que es posible manejarlas mucho mejor. Estos son unos detalles que lo que ocurre es que pueden acabar acelerando o ralentizando el proceso terapéutico.

Tips para cuando acudas a terapia

Veamos algunos consejos que pueden valer ayuda en la terapia y también en relación con el propio terapeuta.

La terapia como trabajo en equipo

Tú cuentas con la información y el terapeuta lo que tiene son las herramientas, pero eso sí, no vayas a presentes que el profesional de la psicología realice su parte y que tú intentes hacer la suya.

En ocasiones existen cosas que no se van a contar en terapia, ya que la persona puede pensar que no tienen importancia, y que si son fundamentales cuando se quiere profundizar en el problema.

Por todo ello, lo mejor es intentar no ahorrar información al psicólogo, puesto que todo lo que le vayas a contar sobre ti va a ser de gran utilidad para que te ayude y se haga una mejor idea de la forma en la que vas a poder manejar los síntomas. El psicólogo no va a ser adivino, tu vas a tener las claves, aunque no lo vas a saber.

De la misma forma, no debes pretender controlar lo máximo posible sobre la terapia. Aquí debes tener en cuenta que el psicólogo debe saber cómo ayudarte, por lo que debes dejarte guiar en algunas cosas, no quieres solucionarlo todo.

La terapia te va a guiar, pero no puede hacer el camino por ti

Está relacionado con el punto anterior, siendo algo importante. Aquí el psicólogo no va a tomar o no tendría que hacerlo, solo te debe guiar para que puedas sacar conclusiones y las respuestas a las preguntas que tengas.

El cambio puede dar miedo, aunque sea algo deseado

Sí que es verdad que aunque sea complicado de entender esto por pasarlo mal en algún momento, a veces también nos podemos acostumbrar y hacer una estructura mental sobre ello.

Aunque podamos odiar estar deprimido y triste, lo cierto es que puede realmente ser su zona de control desde hace años, por lo que el romper con todo ello es posible que produzca cierto vértigo para él.

Hay que comprender ese tipo de mecanismos de defensa, respetarlos e ir dándoles su tiempo para poder ir cediendo y que los cambios se puedan hacer de manera progresiva.

No todo son escaladas hacia arriba y mejoras

Es de lo más emocionante ver que se avanza y que estamos cada vez mejor. Eso sí, no suele ser lo normal. Lo más común es avanzar algo y retroceder otro poco. Hablamos de que es un proceso por el que se llega a estar bien y es preciso tenerlo en cuenta para que cuando se produzca no nos vayamos a desmoronar y se pueda seguir adelante.

Únicamente fracasa el que termina desistiendo

Tanto la paciencia y la persistencia, es fundamental, para seguir con la terapia suele ser dura y poder así superar lo que nos haya llevado a la misma.

Iniciar una terapia no significa que yo sea defectuoso

Lo mismo que las personas no pueden saber todo y que cuando se les avería algo en el baño llaman al fontanero, existen algunas otras cosas que, porque están cerca de nosotros, no son sencillas de afrontar.

La gente tiene una serie de problemas, muertes de familiares que son dolorosas o una serie de sucesos que pueden acabar afectándolos en su vida.

De cara a mejorar esta clase de cosas, es posible que nos ahorremos bastante sufrimiento, siendo esto signo de ser fuerte, porque al final uno puede querer cambiar, ir prendiendo y mejorar, enfrentándose a veces a sus fantasmas.

Las cosas que me ocurrieron a mí son importantes para mí

Hay personas que han tenido grandes padecimientos en la vida y puede pasar que no nos sintamos con derecho de queja porque no vivimos estas experiencias de tanta dureza.

Las heridas de carácter emocional que tenga cada persona, al final, han podido hacernos daño y afectarnos, por lo que el reconocimiento de la importancia puede que nos ayude a que nos abramos a terapia e ir profundizando sin que se juzgue los que nos ocurra.

Hay veces que en terapia las personas comentan que sus padres les sobreprotegieron y que eso hizo que tengan un complejo importante de inutilidad o de que se sientan como si fueran niños siendo adultos, lo que hace que sea para ellos complicado tomar decisiones, pero que a la vez creen que no deben quejarse porque sus padres no les pegaron palizas ni les castigaron con dureza.

Resumiendo

Después de todos estos consejos y lo que hemos hablado sobre este tema, esperamos que os haya quedado todo bastante claro. Lo que hay que pensar es que la constancia es, sin duda alguna, una virtud y cuando algo nos duele, solo tenemos que luchar hasta que nos deje ya de doler.

Hay que intentar dar un paso hacia adelante y no tener miedo de ello, puesto que al final es la mejor forma de avanzar y de superar los problemas que podamos tener, sean los que sean. Así que ya sabes, aquí hemos dado algunas de las posibles alternativas que te pueden ayudar a tomar decisiones.

Se deben tomar decisiones y está claro que como no vamos a solucionar nuestros problemas es mirando para otro lado, por lo que actúa de una manera u otra, pero no te quedes quieto. Esto es lo mejor que puedes hacer, sin duda.

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