Ortodoncia infantil: así han cambiado los años y para bien

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Todas las historias de padres a hijos comienzan de la misma manera, y esta no iba a serlo menos. “Hijo, ¿tú sabes que la ortodoncia ha cambiado mucho en los últimos años? Cuando yo era joven, la ortodoncia era muy diferente a como es ahora”. Y así es como comienza el relato que os quiero narrar hoy para que, como mi hijo, nos hagamos un poco a la idea de cómo avanzan las técnicas y cómo cambia todo dependiendo del contexto en el que nos movemos. Tengo que reconocer que yo soy de uno de esos hijos de la generación EGB que se sigue poniendo nostálgico cuando ve EL Equipo A en la TV o cuando anuncian un concierto remember de la música de los 80. Pero en este caso, tengo que decir que si tuviera que elegir una época para ponerme una ortodoncia en los dientes, elegiría la actual.

Y es que todo ha cambiado, pero en este caso, y al contrario de lo que ocurre en muchos aspectos de la vida, para mejor. Antes, si alguien necesitaba corregir la posición de los dientes, recuerdo que teníamos que usar frenillos metálicos que se pegaban a los dientes con pegamento especial. Uf, qué mal lo pasé en aquellos tiempos de los años 90. Eran incómodos y a veces causaban heridas en la boca, recuerdo que me dolía mucho. Además, tenías que cuidar muy bien de ellos para evitar manchas y picaduras en los dientes. La verdad es que se convertía en todo un suplicio y he llegado días a no querer ir al colegio porque sabía que todos se iban a reír de mí.

Brackets autoligables

Unos 30 años después todo ha cambiado. Y así se lo cuento a mi hijo. Ahora, las técnicas de ortodoncia han avanzado mucho y existen opciones más cómodas y estéticas para corregir la posición de los dientes. Por ejemplo, y como nos indican desde Ortega Clínic, los brackets de cerámica. Una gozada porque son mucho menos visibles que los metálicos y se adaptan mejor a la forma de los dientes. También existen los brackets autoligables, que requieren menos ajustes y visitas al ortodoncista. La verdad es que si yo hubiera tenido estos, seguro que me hubiera ahorrado muchos insultos en el colegio. Y es que sí, soy de esas personas que sufrieron acoso escolar por culpa del aparato de los dientes. Aunque supongo que si hiciéramos una encuesta creo que el 99% de los que llevábamos lo sufrimos. Ahora es diferente y por suerte esto no se vive. Entre otras cosas porque apenas se ven.

La invisible

Otro tratamiento que es maravilloso es de la ortodoncia invisible. Muchas veces pienso qué hubiera sido de mi vida si lo hubiera usado en los años 90. que utiliza alineadores transparentes que se ajustan a la forma de los dientes y son prácticamente imperceptibles. Estamos seguros de que nadie se va a dar cuenta de que los llevas, por lo tanto nada te van a poder decir. Las personas que lo usan pueden corregir la posición de sus dientes de manera más discreta y sin que se vea el tono metálico de los tradicionales.

También ha habido avances en la tecnología utilizada en ortodoncia. Ahora, los ortodoncistas pueden utilizar escáneres digitales y ya no se usan esos moldes de yeso para tomar la forma de los dientes. Esto hace que el proceso sea más rápido, preciso y cómodo para los pacientes, que ya no tienen que estar durante horas y horas en ese potro de tortura que era antes el ir al dentista. Hasta el punto de que se convirtió en una fobia llamada: odontofobia.

Así pues, le digo a mi hijo que tenga claro que ha sido un privilegiado al tener que ponerse aparato en el siglo XXI. No hay duda de que la ortodoncia ha experimentado una gran evolución en los últimos años. Ahora todos los tratamientos son más cómodos, estéticos y efectivas para corregir la posición de los dientes. Por eso le digo que tiene que estar tranquilo. Además, tengo claro que en comparación con el nivel de vida de los años 90, los tratamientos ahora mismo son más baratos que los que vivíamos. Recuerdo que una amiga del colegio me contó que sus padres tuvieron que pedir un crédito para ponerle el famoso aparato.

Seguro que tú también tienes alguna anécdota relacionada con la ortodoncia que nos puedes contar. ¿Verdad?

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