Una mejora en el interiorismo del hogar nos permite ganar en felicidad

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El hogar constituye una de las piezas angulares en la vida de todas las personas. Es nuestra guarida, ese sitio en el que vamos a pasar buena parte de nuestro tiempo libre y también de trabajo ahora que se han empezado a implantar modelos de teletrabajo en el seno de muchas empresas españolas. Ser felices es mucho más fácil si contamos con un hogar que se adapte a nuestras necesidades. Si no estamos todo lo cómodos que deberíamos con nuestro hogar, la cantidad y calidad de los argumentos de los que poseamos para asegurar nuestra felicidad va a caer en picado. Por eso, si le queremos dar un giro a nuestra vida, quizá lo mejor sea empezar por transformar nuestro hogar.

Hemos hablado de transformar nuestro hogar y lo hemos hecho con pleno conocimiento de causa. Y es que no hace falta cambiar de vivienda para transformar de una manera verdaderamente importante nuestra casa. Hay gente que se encuentra en una ubicación perfecta dentro de su propio municipio o ciudad pero que tiene problemas con la distribución de los espacios de los que se compone su vivienda. Ese es motivo más que de sobra para apostar por una reforma que nos permita aprovechar mejor los espacios y conseguir una calidad de vida que se ajuste más a lo que nosotros queremos.

Estamos hablando de una cuestión que a veces no se valora lo suficiente. Permanecer en nuestro domicilio y sufrir las carencias que tiene el hecho de no disponer de espacios lo suficientemente diáfanos es uno de los motivos que nos pueden conducir a padecer estrés o ansiedad, dos asuntos que se encuentran a la orden del día en los momentos en los que nos encontramos, por desgracia, y que se podrían resolver en parte con una vivienda que dispusiera exactamente del tipo de salón, cocina, dormitorios o cuarto de baño que queremos. Así es como se va construyendo la felicidad y esa es la apuesta que viene siendo cada vez más habitual en nuestro país.

Lo que acabamos de comentar se refrenda en dos datos que a continuación os vamos a proporcionar.

  • El primero de ellos se desprende de una noticia que fue publicada en el diario El Economista. Aseguraba que 4 de cada 10 personas quería reformar su casa antes de que llegara el año 2022. El motivo era simple: como consecuencia del confinamiento al que estuvimos sometidos desde marzo a junio de 2022 a causa de la pandemia y las posteriores restricciones ocasionadas también por el coronavirus, mucha gente se empezó a dar cuenta de cuáles eran las carencias de su casa y empezaron a actuar en consecuencia para revertirlas, aspirando con ello a una mejora del tiempo de ocio y relajación del que disponemos cada día.
  • En otra información, en este caso del diario El País, se recogen los datos relativos al número de reformas que se produjo en España durante el año 2022, que fue de 1’75 millones. Lo verdaderamente relevante es que se dice que el número, que es considerable, ¡fue menor que el producido en 2021! Y es que, entre los dos ejercicios, se han reformado en España más de 3’5 millones de viviendas. Teniendo en cuenta que somos un país de 47 millones de habitantes, el dato es bastante interesante y pone de manifiesto que en este país nos hemos planteado seriamente una cuestión como esta.

Las reformas y el interiorismo han adquirido una importancia muy grande para los españoles y las españolas tras la pandemia. Ahora somos más conscientes que nunca de lo que le hace falta a nuestro hogar para proporcionarnos toda esa alegría y felicidad que deseamos conseguir en él y por eso nos hemos lanzado a tratar de cubrir todas las carencias de dicha vivienda. En Bayeltecnics, entidad conformada por expertos en interiorismo, nos han hecho saber que son los espacios dedicados al ocio, como los salones de estar o los dormitorios (en este último caso, especialmente los juveniles), los que más interés suscitan a la hora de acometer una reforma o una transformación de sus espacios.

Espacios como lo pueden ser las cocinas o los baños se han reformado con cierta asiduidad en todos los periodos. Se trata de estancias en las que sabemos de antemano que vamos a tener que acometer reformas en cuanto la vivienda disponga de unos cuantos años de edad. Sin embargo, los espacios de ocio, que son aquellos en los que pasamos un mayor tiempo mientras estábamos confinados, son más susceptibles de estar sometidos a tendencias. La situación que nos tocó pasar durante la pandemia ha marcado la tendencia actual de transformar a nuestro gusto los espacios en los que más disfrutamos de nuestro tiempo de ocio.

Una necesidad imperiosa si hay niños o niñas en casa 

Otro de los aspectos que determinan si es necesaria una reforma en nuestro domicilio es la cantidad de personas que vamos a recibir en él. Si tenemos intención de ampliar la familia o si viene un bebé en camino, habrá casos en los que esa reforma sea necesaria para ganar en comodidad y facilitar el cuidado de esa personita. Las familias jóvenes son las que más pendientes tienen que estar de este asunto y, de hecho, constituyen un porcentaje bastante alto de todas las personas que han ordenado una reforma del espacio interior de su vivienda.

Hay gente que apuesta directamente por cambiar de vivienda y marcharse a una que sea de reciente construcción y más grande de la que dispone en la actualidad. Es una opción perfectamente entendible pero que no es idónea en todos los casos. Un cambio de vivienda es un asunto que presenta una serie de condicionantes que no todo el mundo está dispuesto a asumir, sobre todo si lleva aparejado el hecho de pagar un montante de dinero superior al que estamos pagando ahora o si la ubicación de la vivienda que nos interesa no es la que consideramos adecuada para llegar a nuestro puesto de trabajo cada día o acceder a servicios como los hospitales o supermercados, así como al transporte público.

Que la pereza no sea un obstáculo

Hay personas que cuando hablan de una reforma del hogar suelen tener en mente la palabra molestias. Es cierto que acometer una transformación en la vivienda también lleva aparejado el hecho de tener algunos espacios inhabilitados durante algunos días en casa, pero nosotros, cuando hablamos de esa situación, preferimos referirnos a ella en términos de inversión. Y es que una transformación de la vivienda es una inversión tanto de tiempo como de dinero para intentar ganar en felicidad y comodidad durante los años siguientes. Una inversión que, por cierto, es de lo más efectiva y con la que buena parte de la gente que la lleva a cabo se siente contenta.

Por tanto, la mejor recomendación que os podemos hacer si queréis o estáis pensando en acometer una serie de reformas en vuestro domicilio es que la pereza no sea un obstáculo a la hora de conseguir ese propósito. Los beneficios que vais a obtener de dicha reforma van a paliar las escasas molestias que eso os produzca, así que no os lo tenéis que pensar demasiado. Pensad también que, cuanto antes la hagáis, antes vais a poder comenzar a disfrutar de ese cambio por el que suspiráis y en el que habéis estado pensando últimamente. Todo aquello que podáis adelantar va a jugar en vuestro beneficio y en beneficio de vuestra calidad de vida. Ahí es nada.

Como es lógico, también hay que tener en cuenta algún otro asunto que esté relacionado con el trabajo, con nuestros hobbies o con la relación que mantenemos con familia y amigos. Esos son otros pilares de nuestras vidas y no merecen ser olvidados bajo ningún concepto. Al fin y al cabo, de un compendio de asuntos que tengan que ver con ellos y con la vivienda va a depender esa felicidad a la que hemos venido haciendo referencia a lo largo de nuestra vida. Que siempre haya en nuestra cabeza maneras de mejorarlos siempre va a ser propio de personas que desean a toda costa seguir progresando en su vida, un objetivo que debería estar marcado en rojo por todos y cada uno de nosotros.

En una sociedad caracterizada por el Estado del Bienestar, la búsqueda de la felicidad es algo que nos debe ocupar a todos y todas. Y es algo que debemos tener claro que nadie va a hacer por nosotros. Hay que preocuparse por un tema como este y continuar haciendo posible que se abran nuevas maneras y tendencias que nos hagan apostar por una felicidad que tiene que ser accesible para todo el mundo. Con aspectos como de los que hemos estado hablando, no solo haremos posible que nuestra comodidad y felicidad crezca, sino que estaremos haciendo lo propio con todas y cada una de las personas que vivan con nosotros y nosotras. ¿Acaso no es bonito eso?

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